
Menos dinamismo y más vulnerabilidad: el panorama económico peruano rumbo al 2026
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Bill Gee, profesor de la carrera de Economía y Finanzas de ESAN University, advirtió en Gestión que la desaceleración económica prevista para 2026 está ligada a factores internos y a un entorno global adverso, al que el Perú es altamente vulnerable.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) ve al Perú, similar a otras instituciones y analistas, desacelerándose en el 2026, año donde tendrán lugar las elecciones generales. ¿Cómo recibiría el próximo gobierno a esta economía que aún intenta volver a sus “mejores años”?
Ya el titular del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), Raúl Pérez Reyes, había compartido con la opinión pública una expectativa similar para 2025 - entre 3.1% y 3.5% -, pero distante para 2025 -3.3%-.
La expectativa del CEPAL responde no solo a la configuración de las políticas nacionales, sino a lo que observa en el entorno macroeconómico global: el agravamiento de los conflictos geopolíticos, la volatilidad de los precios de los productos básicos y la desaceleración sincronizada de las principales economías del mundo.
“El entorno macroeconómico mundial también ha repercutido en la recaudación del impuesto sobre la renta en algunos países, debido a la incidencia en los precios de los recursos naturales. En concreto, el desempeño de los precios de los metales, en especial el cobre, impulsó la recaudación de impuesto sobre la renta corporativa en países como Chile y Perú”, se puntualiza en el informe.
Bill Gee, profesor de Economía y Finanzas de ESAN University, profundiza en el protagonismo de estos elementos: “Perú es un país primario exportador y, al ser una economía pequeña y abierta lo que haga afecta muy poco a lo que pueda realizar el mundo, pero todo lo que le sucede al mundo se sobredimensiona como efecto en el Perú. Existe una famosa frase: ‘un estornudo en China es neumonía en el Perú’, La premisa pone en un contexto bastante claro que estamos expuestos al entorno internacional y, sobre todo, a nuestros principales vecinos de exportación.
Desaceleración de empleo en el Perú
Gee precisa el dato: “El aumento del desempleo, a diferencia de otros países donde cayó, puede deberse a que se ha reducido la población inactiva. Entonces, la población inactiva, al reducirse no pasa directamente al empleo, a la PEA o a la fuerza laboral. Pasa primero siempre por el desempleo. Es posible que haya una masa de personas considerables que estén ‘migrando’ de la población económicamente inactiva al desempleo”.
En esa línea, el experto resalta, más bien, que la informalidad en el Perú ha caído “porque ha habido un ligero crecimiento en el empleo asalariado en sectores formales como manufactura, servicios y financieros”; y a nivel de ALV, se registra una mejora en la tasa de participación laboral de las mujeres: “Todavía existe la echa, pero se ha acortado”, agrega.
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